Todas las personas somos energía y nos podemos ver afectado por vibraciones buenas o malas que nos repercutirá más o menos según quién nos haga el mal.
Antes que nada, te aconsejo que no realices ningún tipo de maleficio a nadie ya que toda acción tiene una reacción es decir, todo el mal que deseemos o hagamos nos vendrá de la misma manera a nosotros o a alguien muy cercano. Los espíritus malignos siempre quieren algo a cambio y se lo hará pagar a la persona que lo pidió y que en el fondo lo deseo.
La magia, es un conjunto de ritos o hechizos muy poderoso que utiliza la fuerza de la naturaleza (espiritus, demonios, santos, etc.) para que a una persona le sucedan cosas malas o buenas. Ojo, no todos podemos causar el mal a otras personas.
Existen dos tipos de magias más poderosas:
La magia blanca: este tipo no hace daño si no que le pides a ángeles o espíritus buenos cosas para obtener buenos resultados en lo que tanto deseas. Lo realizas a través de oraciones y rezos a santos entre otras cosas.
La magia negra: es muy dañina y perjudicas a una persona por beneficio personal a través de la invocación de espíritus malignos, demonios o el propio diablo. Le puedes provocar que esa persona enferme, le vaya mal en el trabajo, hacerle amarres, etc. Todo esto viene de vuelta a la persona que lo pidió no a los brujos, videntes, tarotistas o chamanes puesto que estás contactando con entes malos y estás haciendo pactos con ellos y a cambio le tienes que dar algo.
Síntomas de que nos han hecho magia negra:
Empezamos a tener cansancio repentino, dolores de cabeza, náuseas, no te apetece estar con la familia, todo te parece desagradable. Empiezan a irte las cosas mal. Enfermas sin causa aparente. Si se trata de un amarre para el amor empiezas a sentir atracción por una persona a la que antes detestabas, no querías estar con ella o simplemente no te gustaba.
¿Cómo podemos protegernos?
-Llevando una cinta roja encima.
-Poner en la entrada del hogar ruda.
-Echar sal en una esquina del hogar
-Tener dientes de ajos encima
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